domingo, 27 de abril de 2014

II DOMINGO DE PASCUA - DIVINA MISERICORDIA - 27 Abril 2014

Posted by salvador on 4/27/2014 08:59:00 a.m. with No comments

                ¡DIOS ES RICO EN MISERICORDIA!



Los apóstoles estaban llenos de miedo y encerrados…, pero se llenaron de alegría porque se apareció el resucitado, estando las puertas cerradas, que les dijo: “Paz sea con vosotros”. Ellos se tranquilizaron y se disipo los miedos y temores, y se llenaron de paz y alegría;  esta alegría pascual, quieren compartir con Tomás, pero no quiere creer…, por eso le resulta difícil estar alegre, se siente engañado y quiere evidencias para creer, como nos suele pasar muchas veces a nosotros que queremos evidencias.

Dios es  rico en misericordia, soplo sobre ellos el Espíritu Santo y dándoles el poder de perdonar los pecados, en este  momento instituye el Sacramento de la Confesión, donde el hombre experimentará la Misericordia de Dios, recupera la alegría de tener nuevamente a Cristo resucitado, lleno de gozo y de paz, y a volver a formar parte de la comunidad creyente en el Resucitado, está transformada, viva y abierta...

La comunidad hace presente al resucitado, Jesús se apareció el primer día de la semana cuando todos estaban reunidos, solo falto Tomas, que le dijeron hemos visto al Señor, y él dijo no creeré, hasta que no meta el dedo en sus heridas…, por ello es necesario estar en la comunidad, que experimenta la aparición del resucitado y se acrecienta la fe..

Dios es misericordioso con Tomas que le dice: “Dichosos los que han creído sin haber visto”, Jesús volvió aparecer el primer día de la semana, y le dijo a Tomás, pon tu dedo en las heridas de mis manos, y tu mano en la herida de mi costado, recién creyó  por eso, nosotros seremos felices si creemos en el resucitado sin haberlo visto o palpado.

“Señor mío y Dios mío” es la expresión de Tomás el incrédulo, pero que tuvo la gracia de palpar las heridas de Cristo, desde aquel momento la Iglesia la hecho suya esta afirmación de fe, “Señor mío y Dios mío”.

De tu costado salió sangre y agua, ahí nace la iglesia, del agua para el bautismo, y de la sangre la alimentación eucarística. Finalmente tenemos que anunciar a muchos que no conocen sobre este gran triunfo victorioso de Cristo, ya que en nosotros empieza una nueva vida y hay una nueva esperanza.


                                                                                                     Pbro. Salvador A. Carrasco Castro


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