Jesús pregunta a sus discípulos, que dice la gente acerca de mí: encontramos dos respuestas, por un lado la
gente dice que Jesús, es un profeta,
recordando a Elías o a Juan el Bautista, o un profeta de Dios, pues la gente se
quedaba admirada por lo que decía y hacia Jesús, pero no ha llegado todavía
a hacerse una idea exacta de la persona
de Cristo, así se lo refieren..
¡Tú eres el Mesías! Jesús interroga a sus discípulos: “Pero
ustedes, les preguntó, ¿quién dicen que soy yo?”. Pedro, tomando la palabra,
respondió: “Tú eres el Mesías de Dios”. Pedro da una respuesta desde la
fe, que Jesús es el Mesías de Dios, que significa el “Ungido” Consagrado”,
aquel que viene a salvar al hombre. Jesús pidió que no divulgaran esta verdad Los
judíos sabían bien que en Jesús se cumple la esperanza mesiánica de Israel. Pero
siempre la imagen del Mesías estaba distorsionada porque pensaban que era un
Mesías político, que vendría a liberar a Israel del dominio romano, por eso los
apóstoles tenían sus espadas, como es el caso de Pedro.
Los discípulos perciben con claridad quien es el Mesías, esto se da después que Jesús que fue
rechazado, padeció, murió y resucito, recién comprendieron lo que significa el
Mesías, pues antes de su muerte, pensaban como los demás judíos, que es un
súper héroe, y así en estos tiempos se sigue distorsionando la imagen de Jesús.
Por eso ahora también nos pregunta...que dice la gente acerca de mí, acá no se
trata de una afirmación doctrinal, sino qué lugar ocupa Cristo en tu vida y en
mi vida, en la vida de la familia.
Nos invita a que sean sus discípulos, que al recibir una identidad al
ser bautizados…, nos anuncia el camino que tendrán que recorrer, correrán la misma suerte que el Mesías, así
lo entendieron los apóstoles cuando recibieron el Espíritu Santo, por eso que
muchos discípulos derramaron su sangre por Cristo Jesús, no negándose y muchos
mártires murieron a causa de la fe en Cristo. Pero esta sociedad nos invita a
que no tenemos que sufrir, sino simplemente gozar y disfrutar, evitar todo
sufrimiento, por eso buscan los placeres de este mundo, y quedan frustrados y vacíos.
Pbro. Salvador A. Carrasco C.
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