¡LA RIQUEZA, IMPIDE SEGUIR A JESÚS!
El
hombre rico quiere heredar la vida eterna, quiere
tener una vida sin fin, se enteró que Jesús realizaba grandes prodigios, y su
enseñanza era extraordinaria, corrió hacia él y se puso de rodillas y le dice:
“Maestro bueno” ¿qué haré para ganar la vida eterna? no es una pregunta con
mala intención, pero sabemos que es un joven rico, que su riqueza es bien obtenida(
es una bendición de Dios), es bueno, cumple la ley; pero quiere comprar la vida
eterna, piensa que con la riqueza puede tenerlo todo, y no es así. Jesús le
dice:
¿Por
qué me llamas bueno? solo Dios es bueno, es el que cuida de todos
nosotros, no sabe que Jesús es Dios, y como dice el Dt. 6,4 “Hay un solo Dios…”
añade diciéndole, cumples los mandamientos y él joven le responde que los
cumple desde muy pequeño, podemos decir que es un joven bueno, piadoso y
religioso, pero parece que se ha limitado en ser muy legalista, no es hipócrita
y quiere algo más, es decir quiere tener una vida sin fin.
Jesús,
tuvo una mirada de amor, por la rectitud de su corazón,
también lo mira con cariño; y nos mira con profundo amor a cada uno de
nosotros, cuando obramos sin hipocresía; el joven en el fondo se pregunta por
el sentido de su vida y lo que debe hacer para heredar la vida eterna. Jesús
sabe que quiere algo más, por eso le dice: “vende todo lo que tienes, dale el
dinero a los pobres, así tendrás un tesoro en el cielo, y luego sígueme”. Jesús
le indica el modo de alcanzar el fin último que es la verdadera felicidad y la
vida eterna, cuando realmente esté libre de toda atadura.
El
peligro de la riqueza, el joven no acepta la invitación de seguir a Jesús, se
alejó entristecido, por estar fuertemente apegado (atado) a las riquezas,
prefiere seguir la doctrina del mundo, que nos dice que tenemos que ir acumulando
dinero, comprar todo lo que el mundo nos ofrece, salud, fama, placer, títulos, incluso
poder, etc. Dejándose enceguecer (anestesiar)
por la riqueza, que lo tienen a uno como un rehén, haciendole creer que es feliz, se vuelve avaro, mezquino, codicioso,
idólatra y convirtiéndose en un idólatra, por eso Jesús
nos dice que es muy difícil que un rico ingrese al reino de los cielos… porque
su propia riqueza lo condena, los discípulos se espantaron y dijeron entonces,
¿quién podrá salvarse? Jesús les responde:
¡Es
imposible para los hombres no para Dios!, para Dios no hay nada imposible,
también el rico puede salvarse, si pone su plena confianza en el Señor, es lo
paradójico del reino de Dios,… además promete una recompensa a los discípulos
que lo dejaron todo por seguir a Jesús, en esta vida y en la otra.
Aplicación
a la vida, si una persona te pide que le prestes dinero, para
que pueda pagar la operación de su padre, sea este vecino, amigo… Si le
prestas, esperando a que te devuelva cuando pueda, hiciste algo muy bueno; pero
si no le prestas dinero, a dicha persona, a la semana se muere su padre, y si eres
vecino, te sentirás muy mal, porque teniendo la oportunidad de hacer el bien, no
lo hiciste y te comportaste como mezquino, avaro y codicioso. Estos no
heredarán el Reino de Dios, porque el pecado que comenten es de omisión, es
decir teniendo la oportunidad de hacer el bien, no lo hicieron.
. Pbro.
Salvador A. Carrasco Castro
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