“HIJO DEL HOMBRE NO HA VENIDO PARA QUE LE SIRVAN, SINO
PARA SERVIR Y DAR SU VIDA EN RESCATE POR TODOS».”
“No
saben lo que piden”, es importante saber lo que se va a pedir, es natural
nuestras ambiciones humanas, por más natural que sean, siempre queremos éxitos
triunfos, y lugares de honor, como lo pidieron los dos discípulos Santiago y su
hermano Juan a Jesús, que nos sentemos
en tu gloria, uno a tu derecha y el otro a tu izquierda, ellos estaban
aferrados a un Mesías político triunfante, realmente no sabían lo que pedían,
quieren sacar ventaja ante los demás discípulos, quieren ser grandes y ocupar
un gran cargo. Jesús después de haberles hablado por tercera vez sobre su
pasión, les pregunta: ¿Pueden beber el cáliz que voy a beber yo, y recibir el
bautismo que yo voy a recibir?» Le contestaron que sí podemos.
«Sí,
podemos». Jesús trata de colocarnos en el camino acertado, proponiéndolos
que la verdadera grandeza del discípulo es beber el mismo cáliz que Él bebió y
en ser bautizado en su mismo bautismo; corriendo la tentación de rechazar este
cáliz, al decir a su Padre que lo podía liberar: “Que no se haga mi voluntad,
sino tu voluntad”; entregándose hasta morir colgado de la cruz. El bautismo,
nos indica la inmersión en el abismo del sufrimiento y de la muerte; es decir para
los discípulos recibir este bautismo, significa “ser sepultado con Él hasta la
muerte; es estar totalmente incorporados al destino de Jesús.
Los diez discípulos se indignaron, pero
Jesús los instruye a los doce, saben que los que son reconocidos como jefes de
los pueblos los tiranizan, los oprimen y los amenazan con la aplicación de
algunas leyes; ésta no es la lógica de Jesús, y la novedad de Cristo, es que el
que quiera ser jefe que sea servidor de todos y el que quiera ser grande sea esclavos
de todos, por eso la persona que ama, se vuelve servidor de todos. Jesús
resalta mucho el servicio a la humanidad especialmente del pobre, y servicio a
la palabra de Dios que da vida, seamos servidores de su palabra, y también
esclavos de Jesús atendiendo siempre a los oprimidos, a los encarcelados
injustamente, defendiendo la vida.
El
Hijo del hombre no ha venido para que le sirvan sino ha venido a servir y dar
su vida por nosotros , servir y dar la vida, es el nuevo camino que
Jesús nos traza rompiendo la lógica del mundo, es un caminar junto con Jesús,
para que lleguemos a la meta el cual nos ha señalado, en oración se hace todo
esto por el gran peligro que se corre, es que estando en el poder, queremos que
nos sirvan, se vuelve egoísta, mezquino, amenazador, crea miedos y temores, se
deshumaniza; por eso Jesús trastoca este esquema del mundo, en todos los ámbitos
de la vida del hombre, para que realmente sea un servidor especialmente de los
más pobres incluso ofreciendo su vida. Así la persona será grande si realmente está
unido a Cristo, que se hizo servidor de todos, y pagando por nuestro rescate.
Pbro. Salvador A. Carrasco Castro
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