“CONTEMPLARON LA MAJESTAD Y
GLORIA DE DIOS”
Jesús tomó consigo a los
tres apóstoles más cercanos, para que vieran la gloria de Dios, los escogió para que cumplieran una misión. Tomó a
Pedro, porque tenía un gran amor ardiente a su maestro; a Santiago, porque fue
capaz de beber el cáliz, juntamente con su hermano Juan; y a Juan porque le tenía
un amor predilecto. No menciono sus nombres para no despertar celos en los otros apóstoles. Todos los apóstoles estaban tristes por lo que Jesús
les dijo, que era necesario ir a Jerusalén, que será entregado, padecer y morir; y que
también correrían la misma suerte, todos sus discípulos; esto les resultaba difícil
a los apóstoles, por eso estaban tristes y apenados. Jesús llevo solamente para que puedan animar a los demás apóstoles, para mantenerse firmes, hasta el día que Jesucristo resucite; estarán en una espera constante y en una gran expectación, porque recibirán su recompensa de ser semejante a Jesús en su gloria y resplandor. También Dios nos toma a nosotros para estar con el y contemplar su gloria, fuera de todos los ruidos e imágenes de este mundo.
Contemplaron la majestad
y gloria de Dios en el Tabor, fue lo más maravilloso que pudieron
contemplar sus ojos, pero estos ojos, no podían ver toda la gloria de Dios,
pues la luz los enceguecía, Jesús permitió que tuvieran la visión de ver su
gloria, para que estén atraídos por él. No les manifestó la visión del infierno,
porque eran gente muy sencilla, limpia de corazón y sin envidia. Que solamente al final del
tiempo, vendrá con toda su gloria y majestad, donde lo veremos con todo su resplandor; y los que sean dignos de ver su gloria, Jesús los acoge con su palabra que les
dirá: “Vengan a mí benditos, a la casa de mi Padre”. Por eso debemos dejarnos
transfigurarnos por Él.
Jesús se transfiguró
delante de ellos, también se aparecieron Moisés y Elías; con ello, se nos manifiesta que Jesús es el legislador por excelencia, y que también es mas que profeta, y maestro; pero Moisés ni Elías, no tenían el rostro resplandeciente. Además su presencia, nos indica que Moisés ya
murió, pero vive en el Señor, y Elías que no murió, nos indica que Jesús el Señor de la vida. Los apóstoles mas íntimos de Jesús, pudieron contemplar como su rostro se volvía radiante como el sol, y sus vestiduras resplandecían como la luz. Jesús revela y manifiesta su divinidad, que esta oculta en su humanidad.
Pedro quiere quedarse
para seguir viendo la gloria de Dios, al decir a Jesús, que bien se está aquí, y hay que
hace tres tiendas, para estos personajes celestes; pero no se puede equipara a Jesús con estos personajes, porque Jesús es Dios. Todo esto lo decía, porque
no quería que Jesús fuera a Jerusalén a padecer y morir, ni que estas cosas les
sucedieran a los apóstoles, no era un refugio, ese lugar, como muchas veces se
suele decir cuando estamos en adoración ante el santísimo, que huimos de nuestra
realidad, como si no nos importase esta realidad, sino más bien para que estemos
firmes y vigilantes, sabiendo que Dios, esta escondido en su humanidad. Jesús no le respondió, pero una nube los cubrió, que escucharon una voz potente, de lo alto, que los estremeció.
Pbro. Salvador A. Carrasco Castro
¡ESCÚCHENLO!
Pbro. Salvador A. Carrasco Castro
¡ESCÚCHENLO!
Finalmente, se llenaron
de temor y miedo al escuchar la voz potente del Padre: "Este es mi Hijo muy querido, en quien tengo puesta mi predilección: escúchenlo”
es la voz del Padre, que retumbo en el monte Tabor, y que estremeció a los tres
apóstoles, que se llenaron de miedo, porque la voz potente, los envolvía, y esta voz venia de la nube, y al estar con temor, cayeron postrados en adoración. Muchas veces tenemos miedo de escuchar a Jesús, tal vez, porque los ruidos del mundo nos ensordecen, estamos bombardeados de tantos ruidos y de propagandas, y de malas noticias.
Jesús se acercó y los levanto, vieron que él estaba solo, y disipó sus angustias, diciéndoles que no se lo digan a nadie, hasta el día que resucite. Por eso todo católico, debe siempre escuchar a Jesús, que su mensaje llegue a todos los rincones del mundo, para que sea escuchado. No tengamos miedo al mundo, debemos saber que Dios esta escondido, pero no ausente, animo no tengas miedo al mundo, anuncia la buena noticias, porque el señor te ira transfigurandote poco a poco, para que algún día recibas, lo que el Señor a prometido, cuando él venga con toda su ejercito celestial; pero que ahora estamos en espera y en expectación, lo que el Señor a prometido a todos sus discípulos.
Jesús se acercó y los levanto, vieron que él estaba solo, y disipó sus angustias, diciéndoles que no se lo digan a nadie, hasta el día que resucite. Por eso todo católico, debe siempre escuchar a Jesús, que su mensaje llegue a todos los rincones del mundo, para que sea escuchado. No tengamos miedo al mundo, debemos saber que Dios esta escondido, pero no ausente, animo no tengas miedo al mundo, anuncia la buena noticias, porque el señor te ira transfigurandote poco a poco, para que algún día recibas, lo que el Señor a prometido, cuando él venga con toda su ejercito celestial; pero que ahora estamos en espera y en expectación, lo que el Señor a prometido a todos sus discípulos.
Pbro. Salvador A. Carrasco Castro
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