¡JESÚS: “HOY ESTARÁS CONMIGO EN EL PARAÍSO”
Desde la Cruz reina Jesús, pero
sus enemigos no pueden descubrir que Él es el Rey, en ese cuerpo maltratado, el pueblo al ver a Jesús
crucificado esperaba un gran milagro portentoso, de igual manera las autoridades judías, los romanos y el
malhechor de la izquierda, que lo insultaban y tentaban continuamente
diciendo: “A otros has salvado; que se salve a sí mismo, si es el Mesías de Dios, "el Elegido”. Como no hace ningún portento, les es difícil creer en su reino.
Esperan un mesías terrenal, que los libre del imperio romano.
Toda persona y/o estado o país
construye su propio reino, creando sus propias fronteras. Lo peor del caso, es que no
tomamos conciencia de que hemos construido nuestros propios reinos, y vivimos, como si fuéramos del reino de las
tinieblas que uno mismo se construye. También hay reinos poderosos que nos
oprimen… manipulan nuestra conciencia…, como en tiempos de los judíos, que se
formo, un reino clerical, que imponían fuertes cargas, que ni ellos mismos podían
cargar o cumplir… Por eso los judíos, romanos,
sumos sacerdotes, fariseos y escribas, se habían creado su propio reino; y
Jesús al predicar sobre el reino de Dios, era una amenaza, que hay que quitarlo de en medio.
El buen ladrón reconoce a Jesús
como el rey del universo, en esa humanidad maltratada y desfigurada por los soldados romanos. El
mal ladrón no quiere aceptar su castigo, al contrario pide a Jesús que se salve
a sí mismo y los baje de la cruz, no
reconoce que el reino de Dios, esta cerca de él, pero no quiere aceptarlo; solo
el buen ladrón que es un desechado social, marginado y sentenciado, reconoce a Jesús como el rey del universo,
por eso le pide: Jesús, acuérdate de mí cuando estés en tu reino". Él ha descubierto que
Jesús desde la cruz que es su trono, es el verdadero rey del universo. No le
pide que le baje de la cruz, ni tampoco que muera.., sino más bien, le pide
que sea admitido en su reino y Jesús le dice:
“En verdad te digo que hoy estarás
conmigo en el paraíso”, descubrimos la gran misericordia de Dios que tiene con el
pecador arrepentido, que reconoce su delito y acepta su pena, pero confía en la misericordia de Dios, que le perdona al
decirle: …"Hoy estarás conmigo en el paraíso”. Dios quiere decirnos en nuestro
corazón: “Hoy estarás conmigo en el
paraíso”. Adán y Eva, fueron expulsado del paraíso, ahora Jesús nos invita a
estar nuevamente en el paraíso.
El Evangelio de Lucas, que acabamos
de cerrar el ciclo C, nos ha permitido descubrir la inmensa misericordia,
compasión, paciencia y bondad, que Dios tiene con cada pecador arrepentido, donde
su trono es la cruz, que desde ahí vence a nuestro enemigo, y nos lava con su
sangre preciosa la inmundicia del pecado, y nos traslada al reino de Dios. Un
Jesús que durante su vida se acerca a
los marginados, a los pecadores, a los enfermos a los pobres y a las mujeres de
mal vivir, su presencia los transforma, no los juzga, se convierten e
ingresan a su reino, incluso el buen
ladrón ingresa al reino de Dios, por que Jesús le acepto. Es un reto para la
iglesia, que formamos todos, mostrar siempre el rostro misericordioso de Dios, hacia
nuestros hermanos alejados de Dios.
Pbro. Salvador A. Carrasco Castro
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