¡JESÚS, LO SACO DE LAS TINIEBLAS!
Jesús se acerca al ciego de nacimiento, lo hace porque se
conmueve ante el pobre necesitado, mendigo y que es tratado como un pecador, porque
sus padres pecaron; Jesús les responde a los discípulos que él no peco ni sus
padres, el nació ciego para que la obra de Dios se manifieste en él, que
empezará un camino de fe.
Jesús unge los parpados de ciego con lodo, mezcla su saliva con
tierra y le unge la vista al ciego, y le dice que se lave en la piscina de Siloe
(que significa enviado), y al lavarse, recién puede ver, se siente muy feliz, porque ha sido sanado de
su ceguera, ahora puede ver la luz del día, y, ya no hay más oscuridad.
Los que lo conocieron dudan si es el u otro, unos dicen se parece y
otros dicen que es él, pero el ciego afirma que soy yo, y afirma que un hombre
lo ha sanado y es Jesús no sabiendo que es Dios.
Los fariseos quieren que este ciego de nacimiento
niegue este gran milagro de su vida, por eso los judíos, al no
encontrar a Jesús llevan al hombre que ha recuperado la visión ante los
fariseos, para que el niegue este milagro, ya que les resulta imposible que un
hombre pecador pueda hacer este milagro en día Sábado; por eso le preguntan al
hombre como ha sido eso, y el valientemente sin temor dice, me puso un poco de
lodo y me dijo que me lave en la piscina de Siloe, al lavarme recién pude ver.
Confiesa que Jesús lo ha sanado, y es un profeta, lo dice ante sus
interlocutores, que antes no se había visto que un hombre devolviese la vista a
un ciego, y este hombre proviene de Dios, por eso es un profeta, lo dejaron sus padres
para que el siendo mayor responda por sí mismo…
El que puede ver la luz del día
es expulsado de la sinagoga, por dar
testimonio, ante los fariseos de su sanación, para glorificar a Dios, no cambia
su versión, y lo vuelve a decir, por eso lo expulsan de la sinagoga.
Reconoce que Jesús, es también
Señor, por eso recibe la luz,
Jesús viene a su encuentro, al ser
expulsado de la sinagoga, y le dice Crees tú en el Hijo del Hombre… Jesús le
dice lo estás viendo, y dijo Creo Señor y se arrodillo ante él, recibiendo la
luz, que es la fe en Cristo Jesús. Los fariseos
permanecían en tinieblas, por eso Jesús les dice, tienen ojos pero no ven, no
quieren aceptar el milagro de Jesús, y permanecen en pecado; pero a pesar de ello no
quieren reconocer la obra de Dios, quieren vivir en tinieblas, vivir bajo el
pecado, simbolizado por la oscuridad.
Pbro. Salvador A. Carrasco Castro
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