sábado, 25 de agosto de 2018

XXI DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO CILO B 2018

Posted by salvador on 8/25/2018 09:56:00 p.m. with No comments

“MUCHOS DECIDIERON ABANDONARLO Y POCOS DECIDIERON ESTAR CON ÉL”


Entraron en crisis muchos judíos y decidieron abandonar a Jesús, estos judíos, doctores y fariseos del contorno, unidos a otros que han llegado de Jerusalén para espiar, mientras Jesús da su enseñanza verdadera; empiezan a murmurar, se ríen y gritan: "¡El, pan del cielo! ¡Qué extravagancia! ¡Es una locura, es una blasfemia!" no aceptan que debe ser comido; el escándalo se hace general, por eso abandonan a Jesús, porque es un lenguaje muy duro, incomprensible, y rechazado, no quieren admitir la verdadera enseñanza, porque conocen el origen de Jesús y no lo ven como Hijo de Dios. También ahora sucede, muchos lo han abandonado al irse detrás de otros cultos, llenando ese vacío sacrificial con cantos y teatros para entretener a sus fieles; pues no quieren creer ni aceptar que Jesús se ofrece como el pan vivo que ha bajado del cielo.

Los discípulos también deciden abandonan a Jesús, porque no responde a sus intereses, solo lo buscaban por un interés material, son muy egoístas, ya que quieren están con Jesús para satisfacer sus propias necesidades y ambiciones, que en el fondo son superficiales; Hoy en día son aquellos que  no quieren escuchar la revelación que hace Jesús, ya que no quieren cargar con su cruz,  solo quieren un cristianismo sin compromisos, buscan un sacerdote que les haga reír en la misa, o se van a otra iglesia, porque el sacerdote nos los hace reír. Son aquellos que no quieren conocer las enseñanzas de Jesús, pero si aceptan las palabras de su pastor que les dice que ese pan consagrado, no es el cuerpo de Cristo, ni mucho menos el vino que al consagrarse, no es la sangre de Cristo. También en nuestro templo, algunos fieles dicen:  no voy a misa porque el sacerdote no nos hace reír, o no nos tiene entretenido, o porque la misa es aburrida, en el fondo están rechazando la presencia de Jesús que se hace presente bajos las especies de pan y vino, por eso lo abandonan a Jesús y van solo a otros templos para reírse…

Pocos decidieron quedarse con él. Jesús les dice: ¿También ustedes quieren irse? Pedro en nombre de los doce le dice: “A quien vamos a ir si tú tienes palabras de vida eterna”, Pedro, aunque haya comprendido este lenguaje duro, acepta y no abandona al Señor, al igual que los demás apóstoles. Todos ellos renunciaron a su propio interés, y optaron por Jesús, esto es la gracia que Dios Padre les ha concedido, a estar y creer en Jesús; ojalá también nosotros, optemos desde nuestra libertad y con la gracia de Dios, por Jesús, ya que todo esto lo vemos como una gracia del Padre celestial. Son aquellos que no menosprecian la carne, pero que si dan mucha importancia a la vida sobrenatural, pues se dejan guiar por el Espíritu Santo.

Pbro. Salvador A. Carrasco Castro

viernes, 17 de agosto de 2018

XX DOMINGO TIEMPO ORDINARIO CICLO B 2018

Posted by salvador on 8/17/2018 06:01:00 p.m. with No comments

YO SOY EL PAN VIVO BAJADO DEL CIELO”



Jesús: “El pan que yo daré es mi carne para la vida del mundo”.  frente al escándalo de los judíos, Jesús va más allá, al ofrecerse él mismo como carne y sangre: Ahora los judíos están más sorprendidos, no logran entender este lenguaje, solo se fijan en el pan material y el origen de Jesús y no conocen la justicia divina de Dios.

 “Que si no comen la carne del Hijo del Hombre y no beben su sangre, no tiene vida en ustedes” Jesús es el pan que se nos ofrece como carne y ahora quiere que lo mastiquemos, ya que es el verdadero alimento; y su sangre es la verdadera bebida, donde en este pan y este vino se esconde la divinidad de Dios, que al alimentarnos nos da vida eterna por estar íntimamente unidos a Jesús resucitado
 
Nos deja una prenda de amor, es un regalo llamado banquete eucarístico, signo de su presencia amorosa en medio de nosotros, donde significa muchísimo para nosotros, no solamente sacia toda aspiración del hombre, como el hambre y la sed de eternidad o de vida plena. También no es una rutina más, sino que es un encuentro con él, donde esta celebración tiene una carácter alegre, festivo y celebrativo, lleno de amor y de confianza, al recibirlo como dulce mangar.

Los efectos que produce cuando nos alimentamos de este dulce mangar del cielo, es que nosotros permanecemos en el Señor que dice: “el que come mi carne y bebe mi sangre habita en mí y yo en él” si queremos dar fruto es necesaria permanecer en él. Hay otro efecto tan admirable, que dice: “Yo vivo del Padre”, “compara la unión que tiene con el Padre y que esta unión se va produciendo en nosotros cada vez más, profundamente, que incluso nos resucitará
.
Esta unión nos enriquece más que ninguna otra porque nos hace concorpóreos y consanguíneos de Jesucristo. Esto es, nos va endiosando, purificándonos, comunicándonos su vida inmortal. Los frecuentes encuentros con Él en la Comunión van transformándonos poco a poco, santificándonos. “Dándose a nosotros, Cristo reaviva nuestro amor y nos hace capaces de romper los lazos desordenados con las criaturas y arraigándonos en Él” (C.E.C. 1394). Recuerda que venir a la Santa misa es para encontrarse con Dios, no vengo a pedirle, sino a estar con Él.

                                      Pbro. Salvador Carrasco Castro

sábado, 11 de agosto de 2018

XIX DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO CICLO B 2018

Posted by salvador on 8/11/2018 10:38:00 p.m. with No comments

YO SOY EL PAN VIVO QUE HA BAJADO DEL CIELO”



Los judíos se escandalizan ante esta afirmación de Jesús, se vuelven los principales enemigos de Jesucristo, por haber afirmado: “Yo soy él pan vivo que ha bajado del cielo”; así, empieza la maldad de los judíos hacia Jesús, empiezan a murmurar contra Jesús, por haber dicho que ha bajado del cielo.

Al no creer en Jesús y empiezan a murmurar contra Jesús, porque creen conocerle, a pesar de los signos que han visto; conocen su familia, saben de dónde viene, por eso se preguntan: ¿No es este Jesús, el hijo José? ¿No conocemos a su padre y a su madre? ¿Cómo dice que ha bajado del cielo? Saben que es el hijo del carpintero; por otro lado, conocen el lugar de donde procede, que de bueno puede salir de Belén; finalmente lo juzgan o critican por su apariencia y forma de vivir, que es chocante para los judíos, ya que les rompe todos sus esquemas. Me pregunto si también nosotros tenemos problemas en creer que “Él es realmente el pan vivo que ha bajado del cielo, el enviado del Padre”.

"Nadie puede venir a mí, si no lo atrae mi Padre que me ha enviado". Creer que Jesús es hombre totalmente como nosotros y creer, no obstante que "no nació de sangre, ni de deseo de carne, ni de deseo de hombre, sino que nació de Dios", (Jn 1,13). Solo el que ha conocido su palabra cree en él porque el Padre lo atrae hacia él. Por eso hay un grupo que abrieron sus corazones a las enseñanzas de Jesús, intuyendo en él que la divinidad obraba de manera misteriosa... Pues estamos ante el misterio de la gracia de Dios y frente al misterio de la libertad humana que puede decir Si o puede decir NO a la invitación que Dios nos hace.
 
 Esto sólo puede lograrse mediante el don de la fe, que Dios regala. Nadie puede ir a El si no fuera "traído" por el Padre. La frase suena a determinismo fatalista. Jesús viene a decir: Dios no enseña a observar la Ley, sino a adherirse a El: "todo el que escucha lo que dice el Padre y aprende, viene a mí". Los judíos cerraron su corazón a Jesús.

Yo soy el pan vivo que ha bajado del cielo, el que coma de este pan vivirá para siempre, acá Jesús se autodefine como el único pan vivo que ha bajado del cielo, y que su palabra nos da vida eterna. Nos invita a creer en él, que se ofrece como alimento que da vida eterna. En estos tiempos, hay personas que no creen que Jesús se ofrece como alimento, pues él es el pan vivo que ha bajado del cielo, para que tengamos vida en abundancia, ya que les recuerda a los judíos, sus padres que comieron el maná han muerto, pero el que come de este pan tendrá vida eterna.


                            Pbro.  Salvador Carrasco C.


sábado, 4 de agosto de 2018

XVIII DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO CICLO B 2018

Posted by salvador on 8/04/2018 05:36:00 p.m. with No comments

JESÚS:”YO SOY EL PAN DE LA VIDA”



Buscan a Jesús, no por los signos que vieron, sino porque comieron pan y quedaron satisfechos, también lo buscamos según nuestros intereses…que nos haga un milagro, que nos de un trabajo, o que nos vaya bien en el negocio, que tengamos éxitos… lo que nos importa es el beneficio que sacamos del él; es decir nos importa más el don, que el “Señor del don”. El ser humano es mucho más que cuerpo, es espíritu, es un ser hambriento de amor, de felicidad, de realización, por eso Jesús les dice: “Trabajen, no por el alimento que perece, sino:

¡Trabajen por el alimento que perdura para la vida eterna!, no he venido sólo para dejar los cuerpos saciados, sino que he venido para daros un el alimento que permanece para la vida eterna, que es el Don, que sacia todo anhelo de vuestro espíritu; pues el pan material, es perecedero, no prolonga la vida del hombre; pero si el Don de Dios que hará que el hombre tenga una vida más íntima con Dios, y entra en comunión con Dios. La gente le pregunta: ¿qué debemos hacer para realizar las obras de Dios? Jesús les dice:

“Crean en aquel que Él envió”, que, para procurar ese Don, es necesario creer en Él. Le piden un signo, como el del maná que comieron los antepasados en el desierto, para creer en Él. Jesús les responde que el maná del desierto, lo mismo el pan que acaban de comer en el monte, es signo del verdadero alimento que proviene del Padre: el don del Hijo que da la vida al mundo. Los judíos le dicen:

Señor danos siempre de ese pan, y Jesús les dice: “Yo soy el pan de la vida” que sacia completamente el hambre y la sed del hombre, por eso dice: el que viene a mí no pasará hambre, y el que cree en mí nunca pasará sed. San Juan repite muchas veces las palabras de Jesús cuando dice que “el que cree en mí tiene vida eterna”. Cuando san Juan dice no se refiere a un asentimiento racional, sino a un compromiso vital. Creer en Jesús es seguirle, es defender sus valores, es alimentarse con su espíritu, es dejar que sea él el que dirija y gobierne nuestra vida.

Es mi Padre, quien os da el verdadero pan del cielo, no fue Moisés, quien os dio el pan del cielo, sino es mi Padre que da el verdadero pan el cielo, porque el pan de Dios, es el que da la vida al mundo. Como nos dice Jesús: “No solo de pan (material) vive el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios”. Procuremos alimentarnos del pan de su palabra y del pan eucarístico.

                                                                       
        Pbro.  Salvador Carrasco C.