¡LOS MAGOS, BUSCAN AL REY QUE HA NACIDO, PARA ADORARLO!
Hoy celebramos la Epifanía del Señor, que es la manifestación de
Dios a todas las naciones, y se expresa por un gran signo que es la estrella,
que guía a los reyes magos. El niño Rey, nació en una aldea de Belén, estaba
con los suyos, dando así, cumplimiento a la promesa, que tendría que nacer de
la estirpe de David, pero no solo se manifestó al pueblo de Israel, sino a toda
la humanidad.
Los magos buscan, y se
ponen en camino, para encontrar al Rey que ha nacido, para adorarlo, los tres reyes magos
representan a todas las naciones paganas, que guiados por la fe, expresada por
la estrella; buscan como los pastores, que se ponen en camino para ver al niño
Dios, de igual forma los tres reyes magos, que para buscar al niño Dios, se ponen
en camino, guiados por la estrella de la fe, dejan sus tronos, sus tierras y
empiezan su peregrinación, porque desean descubrir al salvador del mundo que se
ha manifestado no solo al pueblo de Israel sino a todas las naciones, que
quieren adorarle y ofrecerle algunos regalos al niño Rey, como a un Dios.
Llegando a Jerusalén estaban perdidos, por eso preguntan al rey Herodes:
“¿Dónde está el Rey de los judíos que ha nacido? Porque hemos visto salir su
estrella y venimos a adorarlo”.
Los suyos no lo
reconocieron, por
eso el Rey Herodes, un hombre usurpador del trono real, ayudado por los
romanos, se estremece él y todo el pueblo, ante el nacimiento del Rey de los
Judíos; teme ser destronado, por eso con mentiras, les dice a los reyes magos
que al regresar venga avisarme para que también vaya adorar al Mesías, pero su
intención era otra, la de matar al Mesías, y fue burlado, por los reyes magos
que fueron por otro sitio, gracias al que el ángel se les apareció en sueños.
Encontramos tres tipos de personas ante el nacimiento de Cristo, unos que son
la gente sencilla, como los pastores y reyes magos que dejan todo por adorar al
niño Dios; otros, que son como los escribas, que saben sobre su nacimiento
conforme a los libros sagrados, pero no les interesa nada, no van adorar al
niño Dios, se preocupan por si mismos; y finalmente, los que tienen poder, como
el Sumo Sacerdote, el rey Herodes, y otros, que al tener un cargo importantes
se estremecen ante nacimiento del Mesías y usan todo su poder para matar y
destruir.
Que la fiesta de hoy sea ocasión para aceptar
que Jesús no solamente vino por mí, sino por toda la humanidad y de todos los
tiempos para salvar al hombre de manera integral, y sacarlo de las tinieblas,
para que empiece a vivir bajo la luz de Cristo; por eso nuestra mayor
preocupación es ponernos en camino como los reyes magos, para encontrarse con
el Rey del Universo que ha nacido, y retornemos alegres cambiados a nuestros
hogares, como lo hicieron los reyes magos, que dejando sus regalos, se marcharon a su tierra transformados y alegres.
Pbro. Salvador Carrasco Castro
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