¡DULCE ALIMENTO DIVINO!
Jesús tiene compasión por
la gente, que
están escuchando sus enseñanzas sobre el reino de Dios, cura a los que tienen necesidad; está con
ellos, sabe que están en un lugar descampado, donde no se puede obtener algo;
pero los apóstoles no quieren comprometerse con el gentío, están pensando en
ellos mismos, no les importa la necesidad de la gente.
Tiene un vivo interés por nosotros, no es el que soluciona nuestros problemas
económicos, de hambre y de miseria; y que los apóstoles querían deshacerse de
la gente para no resolver sus problemas; pero más bien conoce nuestras
necesidades, por ello debemos poner toda nuestra confianza en el Señor, porque
realmente el cuida de nosotros, y tiene interés porcada uno de nosotros, por
eso nada se reserva para sí.
Jesús multiplica los
panes y los peces, y les reparte, hace que todos se sienten, en número de cincuenta, cogió
los panes y los peces; mirando al cielo bendijo los panes y los peces, y en ese
momento se produce la multiplicación de los panes y de los peces. Ordena a sus discípulos
que reparta los panes y los peces; por este gran milagro, la gente confía en
Jesús, que lo acogen por este gran gesto significativo. Pues al alimentarlos,
todos quedan saciados, sobrando doce canastos.
Aprendemos
dos cosas significativas, por un lago esta la caridad, nadie padecía de hambre,
pues todos recibieron el alimento material. También significa este gran gesto
que al bendecir Jesús los panes y los peces, este signo enriquece el misterio eucarístico. Jesús
algún día se donara como alimento para la vida eterna. Los apóstoles por sí
mismo no pueden dar este alimento, es Jesús el mismo que nos ofrece su cuerpo y
su sangre como comida verdadera y bebida verdadera, como nos recuerda San Pablo
cuando nos habla escribe sobre la cena del Señor.
San Pablo recomienda, que
cuando vas a recibir el cuerpo y la sangre de Jesús, debes discernir, para que
puedas recibir con un alma limpia el cuerpo y la sangre de Cristo.
Su cuerpo y su sangre son
el dulce alimento del cielo, que es la verdadera comida y verdadera bebida, que
se da como alimento para cada uno de nosotros y estar en con comunión con el
cuerpo total de Cristo que es la Iglesia.
También es el día de la
caridad,
en esta fiesta del Corpus Christi, porque es signo de comunión, amor, paz y de
fraternidad, donde todos tengan que ser atendidos en sus necesidades,
especialmente espirituales y materiales, al vernos como hermanos en Cristo
Jesús.
Pbro. Salvador A. Carrasco
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