sábado, 15 de febrero de 2020

VI DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO CICLO A 2020

Posted by salvador on 2/15/2020 10:30:00 p.m. with No comments

¡LA PLENITUD DE LA LEY!

No he venido abolir la ley, ni a los profetas” sino a dar cumplimiento a la ley, Jesús viene a revelarnos la verdadera voluntad del Padre, de cómo debemos comportarnos y amar a nuestro prójimo, para no quebrantar la ley, en toda su dimensión; no como sucede en los fariseos, que procuran cumplir escrupulosamente la ley. Para Jesús, esto no basta.

Si no soy mejores que los letrados y los fariseos no entrareis al reino de los cielos, lo que Jesús nos quiere decir, es que debemos cumplir la ley en su profundidad, por amor y no por temor; pues, los fariseos y el mundo judíos, se mueve en preceptos, culpas, méritos, premios, castigos…El mundo de Jesús ase mueve por el amor de Dios sentido en el perdón la respuesta entusiasmada a ese amor, el trabajo agradecido, como el hijo de casa, que no trabaja por salario sino porque se siente hijo, responsable.

Jesús nos revela la voluntad del Padre, cuando nos enseña, cómo podemos cumplir la ley en plenitud, Jesús como Dios, tiene autoridad, por eso dice: “Se ha dicho… ahora, “Yo os digo”, con ello no anula la ley sino le da vida a la ley que es la Torá, que tenemos que cumplirla en todo sentido. Jesús nos da tres líneas de acción, que debe ejercer todo cristiano, mejor dicho, todo discípulo de Jesús.

Frente a las dificultades con el prójimo, que tenemos, “No matar”, muchas veces matamos al hermano con deudas, son nuestras enemistades, peleado con los hermanos por herencia. Jesús nos propone que tenemos que reconciliarnos y manteniendo el amor al prójimo, hacer todo lo posible, en no ofender, ni decir palabras hirientes, que muchas veces se van contra el quinto mandamiento. Uno podrá acercarse al Señor sin ninguna palabra hiriente al hermano, sin maldición…
Evitar caer en adulterio, como salvar la dignidad del matrimonio, debe tratar a la esposa, con sumo cuidado, ya que no cabe solamente el adulterio de acción sino también el adulterio de corazón, por eso no se debe engañar, a la mujer o al hombre, debe haber una íntima relación de amor, y de reconciliación por salvar la unidad del matrimonio. Además, también evitar a como dé lugar todo divorció porque atenta contra el matrimonio, atenta contra la mujer y el niño; ya que la familia y el matrimonio, son la célula básica de toda sociedad, ya que es signo de amor y entrega recíproca.
Finalmente, no jurar en falso, no utilizar a Dios para jurar, como si Dios, fuera testigo de la verdad que estamos diciendo; Jesús nos pide que tenemos que decir “si” o “no”, pues no debe haber mentira, ni respaldar esa mentira con la autoridad de Dios, o de una persona y de sí mismo; es suficiente decir “si” o “no”; en nuestras expresiones, nno es necesario hablar demás porque, cuando se habla mucho eso viene del maligno…

Todo creyente, que realmente es buen discípulo de Jesús, tiene que resplandecer con su amor al prójimo la gloria de Dios. Es tarea, es misión de cada uno de nosotros, a buscar la reconciliación y manteniendo el amor hacia el prójimo.          
                                                                                                
                         Pbro. Salvador A. Carrasco Castro.






sábado, 8 de febrero de 2020

DOMINGO V DEL TIEMPO ORDINARIO CICLO A 2020

Posted by salvador on 2/08/2020 08:44:00 p.m. with No comments

¡SEAN LUZ DEL MUNDO!


“Vosotros sois la sal de la tierra”, Ser sal de la tierra, significa que un discípulo mantiene una relación fraterna con Cristo Jesús, viviendo el espíritu de las bienaventuranzas y los valores del reino. Es el que da sabor divino a las cosas divinas de Dios a todo lo humano; en un mundo que está fuertemente materializado, enriquecido con falsas doctrinas de la prosperidad. La sana doctrina da ese sabor y gusto por las cosas divinas de Dios; evitan la descomposición de una sociedad querida por Dios, viviendo y manteniendo firme las enseñanzas de Jesús.

Si la sal esta sosa, ya no sirve para nada, es necesario votarlo, así pasa con los discípulos, que no dan testimonio de vida cristiana, se han encerrado en su religiosidad; en sus costumbres, incluso ya no son luz del mundo y han perdido su identidad, viviendo en el pecado, donde todo está permitido, por eso es necesario en una continua conversión, para continuar la misión que Jesús los ha encomendado: “ser siempre sal para el mundo”.

“Vosotros sois la luz del mundo”, deben iluminar al mundo que vive en tinieblas, que no distingue lo bueno de lo malo, un mundo que promueve el hedonismo y la cultura de la muerte, que ha perdido el sentido de la vida…; un mundo donde la mayoría de los medios de comunicación, nos venden mentiras y viven de la desgracia del hombre, que deforman la conciencia humana…Jesús es la luz del mundo, hace que cada discípulo y que cada comunidad cristiana sea luz, para toda la humanidad, y no solo para un pueblo, donde empiezan a creer en ti, por las buenas obras que realiza un buen discípulo, que mantiene viva su fe.

Una luz no puede ponerse bajo el celemín, es decir ocultarla, pero que muchas veces preferimos las cosas del mundo, ocultando la verdad divina; es necesario que el mundo conozca las obras buenas que realiza cada cristiano, cada comunidad, y debe estar puesta en lo alto, para dar gloría a Dios y así el mundo vea las buenas obras, para gloria de Dios y sea conocido y amado.

                       Pbro. Salvador A. Carrasco C.