¡RABÍ! … ¿DÓNDE VIVES?
Fueron fascinados por la
presencia de Jesús, Juan Bautista, con su humildad, dice a los dos
discípulos que en estaban con él, en el preciso momento que ve que Jesús pasaba
por la rivera del rio Jordán, les dice: “Ese es el cordero de Dios”, estos
discípulos de Juan, se pusieron en camino por que la presencia de Jesús tenía
una fuerza atrayente, y no dejaron pasar el tiempo, y se fueron en busca de
Jesús. También nosotros, debemos dejarnos fascinar por él, para que seamos
atraídos y nos pongamos en camino, para estar con él, pue es una llamada que nos
hace, al contemplarlo y al vivir con él.
Jesús les dice; ¿Qué buscan? Y
estos discípulos le dicen: Rabí,… ¿Dónde vives?, estos discípulos
reconocen que Jesús es superior que Juan, pues Juan Bautista, tenía que
disminuir y Jesús crecer, por eso que lo buscan, y también porque su presencia
tiene una fuerza atrayente que los ha fascinado, por eso Jesús les dice:
“Vengan y lo verán”, estarían tan contentos de vivir con él.
Al vivir con él, tienen una
experiencia única y profunda con el Señor, que son llamado para cumplir una misión, es así que Andrés, el hermano
de Simón, está lleno de alegría, y comunica su alegría a Pedro, diciéndole:
Hemos encontrado al Mesías, (que significa Cristo) esta alegría no podía guardársela
a si mismo). Así, también es necesario que cada uno de nosotros, conozca profundamente
a Jesús, que él nos invita a vivir y a estar con él; Él quiere morar en
nosotros; por eso los discípulos están llenos de alegría, que uno de ellos
lleva a su hermano a Jesús, y Jesús al ver a Simón, le cambia de nombre
diciéndole Pedro, que significa Cefas; le cambia el nombre, porque le tiene
preparada una misión a Pedro. Jesús nos invita a estar con él, para que lleves
a muchos hacia Jesús, como lo Hizo Juan el Bautista, como lo hizo Andrés,
hermano de Simón. De igual manera, cada uno de nosotros, tenemos que buscar a
Jesús a vivir, con él para conocerlo y haya en nosotros esa alegría, que nadie
nos quitara, y nos lleva a un gran compromiso, de llevar a mucha gente hacia
Jesús.
Pbro. Salvador A. Carrasco Castro